¡Buenos días! Hoy viajamos hasta Teotihuacán, en Méjico para hacernos eco del mal estado en que se encuentran sus pirámides y es que se les está borrando la piel. La que fuera una de las ciudades más grandes de la Mesoamérica prehispánica, está viendo como sus bellos murales desaparecen rápidamente en los últimos años. El 40% de los murales han desaparecido o han sido dañados en la última década, reconocen los investigadores. Las pinturas han sido afectadas por tres factores: la utilización de técnicas inadecuadas en el pasado, la falta de presupuesto y los asentamientos urbanos«. Ese deterioro se observa en la zona conocida como Atetelco, donde hace una década había al menos 100 murales, de los cuales 78 ya se perdieron.
Por otro lado, la mayoría de los murales que se retiraron en la década de los 60 y fueron llevados al museo de los murales Teotihuacanos están mal conservadas. «De los más de 80 murales que fueron retirados en la zona arqueológica para ser colocados en bastidores y posteriormente expuestos en el Museo de los Murales Teotihuacanos, la mayoría siguen almacenados y no se encuentran en un perfecto estado de conservación«, confirman. Sin embargo, no todo son malas noticias para Teotihuacán. El INAH ha informado también del descubrimiento de un nuevo mural con datos inéditos, ubicado en la esquina suroeste del Palacio del Quetzalpapálotl, que fuera pintado entre los años 250 y 300 d.C, aunque faltan hacer estudios más precisos para confirmar la época exacta. Fue en noviembre pasado cuando se descubrió esta pintura en la que se observa la procesión de varios guerreros y que los investigadores confirman que tiene características únicas por tener una extensa paleta de colores y porque en las extremidades inferiores de varios personajes aparece un bulto sagrado utilizado en el área maya.
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¡Nos vemos aquí!
¡A por el lunes!