IMPRESSIONISM

¡Buenos días!¿Cómo ha ido el fin de semana?En el post de hoy cambiamos radicalmente de tema, todavía no había tenido la ocasión de revisar el Impresionismo y por ello, os acercaremos de las figuras que mejor representan este movimiento.
Albert André

 

 La glorieta de Batignolles
 
El barrio de Batignolles, al norte de París, fue uno de los núcleos más importantes de la joven pintura francesa. El nombre lo inmortalizó en 1870 Fantin-Latour cuando pintó El taller de Batignolles. El barrio acababa de construirse y, al contrario de lo que ocurre en la actualidad, era muy cotizado y residencial a pesar de la proximidad de Pigalle, patria de los cabarets y las »casas» que tanto gustaban a Toulouse-Lautrec. Me encanta este cuadro de André porque desprende la atmosfera un tanto asfixiante de este caluroso día de verano.
Anmand Guillaumin
 
 
Puesta de sol en Ivry
Guillaumin obtuvo de sus excursiones una cosecha de obras magníficas en las que estalla un impresionismo tornasolado cuyos vivos colores y tonos casi puros, como recién salidos del tubo, anuncian ya el fauvismo. La pincelada, ligera y poco precisa, la audaz elección de una paleta libre y la composición, en la que no teme oponer a un primer plano frío un segundo plano casi escandaloso, crean un verdadero choque visual.
Alfred Sisley
 
 
La barca durante la inundación
En 1876, Sisley fue testigo de la gran crecida del Sena. Esta catástrofe natural le inspiró una serie de telas que son otras tantas obras maestras. Para pintar este paisaje de desolación, Sisley recogió minuciosamente los detalles de la casa, el artista centró su interés en el cielo sembrado de nubes y se esforzó en reproducir los reflejos de la luz en el agua. Marginando, como solía, las figuras humanas en beneficio de la naturaleza, se contentó con representarlas como siluetas respondiendo a la vertical de los árboles. Los tonos azules y amarillos del paisaje, aplicados con una ligera pincelada típicamente impresionista, resaltan con el pigmento negro profundo empleado para las ventanas y las personas. Sisley siempre destacó en la interpretación de los medios tintes del otoño y los cielos cambiantes de Ile-de-France. Se nota que me encanta este lienzo, ¿verdad?.
Eduard Manet
 
Claveles y clemátide en un jarro de cristal
Durante el verano de 1882, el último de su corta vida, Manet alquiló una casa con un bonito jardín en Rueil, en los alrededores de París. Paralizado y agotado por la enfermedad, consagró sus últimas fuerzas a pintar las flores de su jardín. Después de pasar por manos de varios coleccionistas, las flores fueron compradas en 1941 por el ministro de Asuntos exteriores alemán, Von Ribbentrop. Cuando éste fue ejecutado después de la guerra, el gobierno francés recibió el cuadro en concepto de indemnizaciones de guerra. Las colecciones nacionales tienen pocas naturalezas muertas de los años 1882-1883, por lo que ésta »recuperación» les ha supuesto un notorio enriquecimiento.

 

¿Qué os parece la selección de hoy?¿os ha gustado?
¿cuáles son vuestros impresionistas preferidos?
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