Si la semana pasada hablábamos de un apartamento con suelo de madera, para esta semana os traigo uno de esas casas de pueblo que son un auténtico descubrimiento. Además, ésta concretamente pertenece a uno de mis estilos de arquitectura preferidos, como es la portuguesa. Aúna varios de las conceptos que considero esenciales en la arquitectura: sencillez e integración en el lugar. A partir de esta fachada de piedra, bastó con ampliar algún hueco existente para dar más luz a su interior. La decisión de mantener la piedra a la vista en algunos muros interiores y recuperar la cubierta de madera, completó una rehabilitación interior de una casa vernacular, de esas que duran siglos! Mobiliario de lineas rectas y algunos detalles constructivos en madera, la convierten en una casa rural con encanto y que consigue un resultado tan atractivo como éste.
¿Qué os ha parecido? ¿A qué es una auténtica lección de rehabilitación?
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